Fruto de un acuerdo
de exclusividad para consolas, Sony acaba de publicar Ultra Street Fighter IV
en su consola de última generación. El juego, llamado a ser el referente indiscutible, al menos en
esta plataforma, tenía que ser además el juego estándar de cara a las posibles
competiciones que se disputasen en el futuro reciente, dejando atrás problemas
que habían dado otras versiones que se ralentizaban por una mala conversión
entre plataformas.
Este escenario ideal se vio muy pronto que distaba de la
realidad. Y la diferencia era abismal. Muchos jugadores, una vez tuvieron el
juego disponible para su descarga, desataron
una cascada de quejas de diverso tipos. Menús con lags, ausencia de filtro
antisotrópico, falta de nombres de los personajes cuando se juega on-line,
mensajes que hacían mención a funcionalidades del mando inexistentes… y lo peor de todo, un lag mucho mayor que
el predecesor al que venía a enterrar.
Las horas avanzaban y
la cosa no iba a mejor, sino todo lo peor. Una oleada de glitches,
características no previstas, inundaban el juego. Desde sonidos que se
reproducían a su antojo sin razón aparte, a proyectiles o personajes que
desaparecían y aparecían aleatoriamente.
No es la primera
vez que Capcom lía una de estas
características, ya que cuando el juego se lanzó en PC, también tuvo unos
comienzos bastante difíciles debido a que el producto era poco menos que
injugable, lo que obligó a los desarrolladores a parchearlo como buenamente
pudieron hasta conseguir la versión actual. Esta misma tarea, tendrán que
hacerla en PS4, ya que el desastre de
comienzo de andadura, ha provocado que en algunos torneos hayan renunciado a
usar el juego debido a la baja calidad que atesora.
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